El lunes 15 de marzo la Organización Mundial de la Salud (OMS) instó a los países a que no se detenga la vacunación luego de que naciones europeas y una asiática se sumaran a la suspensión del uso de la vacuna AstraZeneca contra el COVID por incidentes de salud.
La OMS dijo que sus asesores se encontraban revisando los informes relacionados con la inyección y que publicarían sus hallazgos en breve. No obstante descartó cambiar sus recomendaciones para uso.
"Un día día de hoy, no hay pruebas de que los incidentes sean causados por la vacuna y es importante mantener las campañas de vacunación para salvar vidas y frenar la enfermedad", afirmó el portavoz de la OMS, Christian Lindmeier.
Dinamarca y Noruega informaron de casos aislados de hemorragia, coágulos sanguíneos y recuentos bajos de plaquetas después de la aplicación de la inyección. Islandia y Bulgaria han suspendido su uso, mientras que Australia e Italia dejaron de utilizar varios lotes.
Dicha vacuna fue una de las primeras y mas baratas que se desarrollaron y fue lanzada a gran volumen desde que el coronavirus se identificó por primera vez en China a finales de 2019, y se convertirá en el pilar de los programas de vacunación en gran parte del mundo.
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